miércoles, 25 de mayo de 2016

Farmacoeconomía, Incorporación de la economía a la Innovación Tecnológica y creación de Patentes

La farmacoeconomía habla de costes de oportunidad, el coste real de adoptar una determinada actividad es el beneficio perdido por no utilizar esos recursos en la mejor alternativa en que podían haber sido utilizados.

La farmacoeconomia busca  los beneficios, o  maximizar los beneficios del uso de los escasos recursos comunes. Esto es lo que se llama eficiencia. No se trata de gastar lo menos posible sino de hacer el mejor uso de los recursos económicos que disponemos. Para ello es imprescindible seleccionar bien y utilizar bien los medicamentos. Para seleccionar adecuadamente es necesario considerar todas las consecuencias de cada elección incluyendo costes, eficacia, seguridad, etc., y en ello nos puede ayudar mucho la farmacoeconomía. Para utilizar bien es importante el seguimiento, la monitorización, la buena información al usuario, etc. Por tanto la farmacoeconomía es una herramienta útil dentro del uso racional de los medicamentos.


10 nociones básicas sobre economía de la salud:

1) Los deseos del ser humano son ilimitados mientras que los recursos son limitados. Siempre se van a dar elecciones entre diferentes actividades compitiendo por los mismos recursos limitados.

2) La economía trata tanto de beneficios como de costes. El coste real de adoptar una determinada actividad es el beneficio perdido por no utilizar esos recursos en la mejor alternativa en que podían haber sido utilizados.

3) El coste de los programas de salud y tratamientos no se restringe sólo al hospital o incluso al sector sanitario. La reducción del gasto hospitalario puede suponer incremento del gasto comunitario o de agencias privadas o de los pacientes o sus familias.

4) Las elecciones en salud  implican inevitablemente juicios de valor.

5) Muchas de las reglas simples de las operaciones de mercado no se pueden aplicar a salud. Porque los consumidores no tienen conocimiento suficiente, no pagan directamente por el servicio, de modo que tienden a consumir más que lo que consumirían si lo pagaran directamente.

6) La consideración de costes no es necesariamente antiética.

7) La mayoría de las elecciones en salud hacen referencia a cambios en el nivel o la extensión de una actividad, la relevancia de la elección concierne a los cambios marginales no a la actividad total. Por lo tanto los datos relevantes para la toma de la decisión van a ser los beneficios y costes marginales no los de la actividad total.

8) La provisión de cuidados sanitarios es sólo una forma de mejorar la salud de la población.

9) Como comunidad preferimos postponer los costes y adelantar los beneficios.

10) Es deseable buscar la igualdad en el cuidado sanitario, pero reducir las desigualdades normalmente cuesta un precio.



Consultado en: http://www.sefh.es/bibliotecavirtual/fhtomo1/cap211.pdf

No hay comentarios:

Publicar un comentario