El ACE es
una técnica de evaluación económica que trata de comparar el coste y el efecto
clínico de 2 o más intervenciones alternativas, potencialmente competidoras y,
en general, mutuamente excluyentes, para determinar cuál de ellas es mejor
desde un punto de vista econó- mico y clínico. La técnica de evaluación
económica elegida depende de la naturaleza de los beneficios que se van a
estudiar. En el caso del ACE, los beneficios se expresan en términos no
monetarios relacionados con los efectos de las alternativas terapéuticas en la
salud, y pueden ser expresados como el porcentaje de curación, el porcentaje de
pacientes que alcanza un determinado objetivo terapéutico, los años de vida
ganados, etc., mientras que en un análisis costo utilidad o en un análisis costo-beneficio
dichos beneficios se expresan, respectivamente, en años de vida saludable
ganados u otras utilidades y beneficios monetarios. En cualquier evaluación
económica, el tipo de técnica utilizada y las razones por las cuales se ha
elegido tienen que estar claramente especificadas. Además de ello, hay
distintos puntos clave que forman parte de la estructura intrínseca de dichas
evaluaciones y, en concreto, de los ACE. Estos puntos son la perspectiva, la
selección de alternativas, los costes, las fuentes de efectividad, el horizonte
temporal, el planteamiento del árbol de decisiones, la interpretación de los
resultados, el análisis de sensibilidad y las limitaciones del análisis.
El análisis de costo-efectividad (ACE) es una ayuda potencial importante para la toma de decisiones en salud pública pero, con algunas notables excepciones, su uso e impacto es limitado en los países. Su aplicación a través de OMS-CHOICE provee una nueva base de evidencia económica, así como avances metodológicos en el costo-efectividad de una serie de intervenciones de salud respecto a las principales causas y factores de riesgo de enfermedades.
La potencial utilidad de esta información para la política y planificación de la salud está en la evaluación de las actuales estrategias de intervención a fin de determinar si representan un uso eficiente de los escasos recursos, y a cuáles de las posibles intervenciones adicionales que todavía no se han implementado, o se han implementado de manera incompleta, se les debe dar prioridad de acuerdo con su costo-efectividad. Los responsables de formular políticas de salud y los directores de programas pueden usar los resultados de OMS-CHOICE como un valioso aporte para la planificación y priorización de los servicios en el nivel nacional, así como un punto de partida para análisis adicionales de la relación entre la eficiencia de las intervenciones que restauran la salud y su impacto en otros resultados clave, como la reducción de desigualdades y la mejora de la salud de los pobres.
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